Un tipo de barrio

domingo, 25 de marzo de 2007

Un día de Super.

Fuiste al Súper con ganas de comprar dos boludeces, no agarraste chango y te mandaste entre las góndolas como quien va a gastar una fortuna. Miraste con detenimiento los vinos caros y en tu heladera tenés cuatro sifones y una 5mentario. Pero bueno, no perdiste el buen gusto a pesar de la malaria. Recordaste cuando podías comprar lo que querías y todo salía 3 veces menos. Pero hoy tenés ganas de darte un gusto, te compraste un salamín, una baguette y una cerveza importada de 4 mangos, faaaa, no te para nadie, sólo esperás que tu vecino se haya acordado de prender el conversor, ya que te pasa el cable y tu tele es de hace 20 años.
Como tenés un corazón grande, le compraste un trapo de piso nuevo a tu vieja y una esponja patito, para que recobre la dignidad del ama de casa.
Se te está complicando para llevar todo en las manos y empezás a buscar algún chango cimarrón, suelto, en busca de ser domado.
Casi sin esperanzas de encontrarlo y con ganas de comprar un kilo de zapallitos, de repente, doblando en la esquina de la góndola, lo ves, el chango te mira, los dos frente a frente. El chango te hace un gesto señalando a su dueño que estaba agachado cambiándole la etiqueta a un vino de 50 mangos por uno de 8.
Ante tanta injusticia, el chango y vos, con mucho cuidado, escaparon lentamente.
Luego de pagar, llevás el chango hasta el estacionamiento, donde dejaste atada la bici con una soga, ataste las bolsas con cuidado en el manubrio y sentís que te golpean una pierna, mirás y te das cuenta de que el chango no quiere que te vayas. Lo mirás con las lágrimas a flor de piel y le decís que con todo el dolor de mundo, debés partir, que cuando cobres vas a volver.
Te fuiste rápido del súper, el cielo amenazaba con tempestades.

lunes, 12 de marzo de 2007

Ida y vuelta a Plaza . Crónicas de un día en el Roca

Música recomendada para la lectura:



Un día en el Roca

“Ida y vuelta a plaza”

Esas mágicas cinco palabras son la luz verde al incio de un viaje inolvidable. En la boletería te miran, agarran el boleto -en papel de fax*- y te lo dan. Mirás a ambos lados de la ventanilla, mirás para abajo, de ahí te dicen “¿Una moneda, jefe?” mirás...y soltás de vez en cuando alguna moneda. De repente, lo escuchás venir, como quién escucha que a lo lejos se está produciendo algo único. Desenfrenado viene con destino al andén. Es ahí cuando por segunda vez en el día** demostrás tus habilidades atléticas y corrés, con la misma cara con la que corren en las telenovelas Mexicanas cuando se encuentran los enamorados, antes que se te escape. Hacés una suerte de salto con vallas, y te cruzás la baranda del andén con furia, pero ahí está, desafiante, si pudiese hablar, seguro te diría “¡Qué mal que la vas a pasar!”

Decís permiso tres veces:

“Permiso...”

“¡Permiso!”

“¡¡¡PERMISO!!!”

En seguida te das cuenta que es en vano, porque siempre aparece alguien con un vozarrón que arranca desde el tercer permiso y se produce una lucha de intereses increíble. Los que quieren bajar vs. los que quieren subir. Al mejor estilo Braveheart, la puja es increíble. Divididos en dos equipos con un único fin: molestar al otro.

En eso, alguien con un poco de cordura, dice algo como “Dejen bajar, la reputa que los parió!!!”, entonces, ahí, uno de los que forma parte del equipo de los que quieren subir, entona una respuesta profética “Enfermo, no ves que se va el tren…pelotudo!” Se cruzan miradas y se viven momentos tensos. Escuchás a tus espaldas murmullos y rumores y, sí, llegó la hora. Pasás a convertirte por 25 minutos (siendo benévolo) en parte de una mása homogénea de personas transpiradas al máximo, entre quienes vemos gente con mucha destreza. Los que viajan leyendo La Nación, los que te roban la argolla en un momento de distracción, la señora embarazada que pide asiento y, como yapa, su abogada defensora: “A ver quién le da un lugar a la señora…¡está con un bebé! ¡Qué gente de mierrrda!” (Sí, así, con tres “r”)

La primer estación es como el nivel 1 de cualquier videojuego. La pasás sin darte cuenta. En cambio, en la segunda estación, se viene el recambio. La proporción es cada 1 que baja, suben 3. Bajan unos 30 por vagón. La masa homogenea, incorpora nuevos ingredientes. Generalmente, es el momento en que veo la destreza de las mujeres que se maquillan en el tren, los estudiantes de Arquitectura que viajan a Ciudad Universitaria con una maqueta, los chicos de la bici que, obviamente, viajan con su bici. Cada tanto, alguien se desmaya y, claro, nunca hay un médico. En el momento en el que el tren se detiene entre estaciones, las tensiones son demasiadas: “¡Hijos de puta, voy a perder el presentismo! -exlcama alguien por allí- “Desde que lo privatizaron que anda como el ojete” y “esto en mi época no pasaba, pibe” son las despotricadas más frecuentes. Y de repente...ves que las vías se multiplican a ambos lados…estás en Constitución (Aún te queda viajar en subte), y a medida que el tren va disminuyendo su velocidad, la gente va avanzando a vagones más cercanos al maquinista, como si al bajar, no fuese un infierno de gente.

Hasta que llega el climax del viaje. Se abren las puertas, y, tal como una estampida de toros, todos huyen despavoridos, tratando de llegar a la meta (que es donde se encuentran los guardas, sí, esos que no te piden boleto)

Y de repente…llegaste…nunca habías hecho deportes de riesgo por tan poca plata.

Igual, no te ilusiones: aún te falta la vuelta…y eso sí que es duro…

* El boleto se imprime en papel de fax. El mismo se volverá transparente después del viaje de vuelta inmerso en tu transpiración -y la de todos los pasajeros-

** La primer demostración de tu estado físico, es cuando corrés al colectivo con una mano en alto y dos dedos como si tuvieses un pucho.

sábado, 10 de febrero de 2007

Música recomendada para la lectura:



Vos ya sabés lo que te va a costar lo que tomaste anoche...

Abrís un ojo, con la poca fuerza que te queda, mirás el radio reloj: 15.39, dice. Te sentás en la cama, mirás para un lado, para el otro...lo único que escuchás es un piiiiii eterno en los oídos. Sentís que vino a vivir gente en tu cabeza, o que anoche cobraste, pero no te acordás. Te rascás el bocho, te parás como podés, y rascándote el culo, vas caminando para el baño, mirando para todos lados, como si fuese la primera vez que te despertás ahí.

Estás en el trono, te prendés un Lucky, agarrás el diario para ver a qué hora juega Boca, y ahí te acordás -a las carcajadas- de la mina que anoche te dijo que no..¡qué hija de puta! ¡menos mal que no me dió cabida! -balbuceás un poco ebrio-

Tirás la colilla, tirás papel, tirás la cadena y te tirás de nuevo en la catrera. Te hacés amigo del control y empezás a hacer zapping. 16.12, dice el reloj ahora. Vas subiendo de canal, hasta que escuchás al Bambino Veira, desde la cancha de Racing, porque está por empezar el partido. Putéas porque no tenés el codificado y empezás a mandar mensajitos de texto:


Pasan 5' y ya mandaste 7 mensajes. Todos iguales, y ahí empezás a deducir que todos están igual, o peores que vos.

Te parás, y, zigzageando, te vas hasta el teléfono fijo.

- "Hola Ruso, vas a ver el partido? Arranca en 15"
- "Quién habla?"

-"Yo, boludo!"
-"Ah...que hacé'...tengo un pedo de aquellos..."

Te das cuenta al toque que todavía ni vomitó, ni tomó un Alikal, ni siquiera se dió cuenta que está despierto y cortás. En patas te vas a la heladera y empezás a rebuscar. En la mesa hay una nota de tu vieja: "Comimos canelones, calentalos al microondas, vuelvo temprano, besos, Mamá" En ese momento, agradecés a Dios por esa nota, abrís la heladera con furia y ¿qué pasó? Hay una fuente con medio canelón y una nota de tu hermano que dice "Gordo si querés comer madrugá, chupala!" y ahí se te va todo al carajo, te vas agarrando la cabeza, metés un CD de Maiden en el equipo y arrancás el Domingo, como podés, pero lo arrancás.

Te loggeas en el MSN y todos los nicks son de el estilo:

Caro! [Todo lo que me pasa tiene que ver con vos] (ausente) estoy durmiendoooo! 05.Corazón Espinado . Santana & Rob Thomas.mp3

Veroni-k Photobucket - Video and Image Hosting amoooooor volvé!!! - Mardel 5 días!!! (no disponible) En casa de July" Unkown Artist - Track 01

LeoCafre - Brasil!! Photobucket - Video and Image Hosting(away) me fui a la cancha a ver a Boca!!!! - leocafre.blogspot.com ¡firmen putos!



Ahí te das cuenta que el domingo de todos ya tiene formas y planes...puteas en voz baja, preparás unos amargos y otra vez te acordás del Fernet...te mandás una corridita al baño y hacés un 2 en 1 que te dejo liquidado.

Tipo 8, te llega un texto:


En ese momento, estás más allá del bien y del mal. Hagas lo que hagas, mañana será lunes y te pinta un "Ma' qué mierda...", pasás por el almacén de siempre, te fiás una botellita chica de Capri y enfilás para el asadito, que, ya sabés, van a ser unos patys baratos, mucha cerveza y armar la noche que nadie se acuerda...

"Y vos te comiste a la amiga de mi prima...
...encima la mina estaba bárbara...
...no, pero le saqué el tubo, ojota!...
...posta, posta...
...y calculo que 70 mangos entre fernet y McDonald's me gasté..."

Y así...toda la noche, hasta que el lunes asoma, puteas un poco, volvés a tu casa, te metés en la catrera prometiendo bañarte mañana, y te dormís con ganas de soñar cosas lindas...

jueves, 8 de febrero de 2007

Ese verano que querés olvidar

Música recomendada para la lectura


Armaste unas vacaciones de novela. Te vas con tus dos amigos del alma y tres minas que se prendieron a último momento. Tenés todo listo; Tu viejo te bancó el auto, le alquilaste un depto en la costa a un vecino por dos mangos, te sentís Superman con un Speed con Vodka.
En el viaje tiraste todos los trucos de piloto de Fórmula 1, rebajes, coleadas, picaste, sos un boludo atómico, pero no te para nadie, venís mirando por el retrovisor a una de las minas, haciéndole ojitos, te sacaste el cinturón de seguridad porque pensás que es sólo para los que no saben manejar. Te paró la policía en la ruta y te vas a tener que poner con 2 sueldos para pagar la multa. En vez de arrepentirte por tu sobredosis de estupidez, empezás con que son todos unos coimeros, corruptos y las minas para no llevarte la contra te dan la razón, pero ya empiezan a mirarse entre sí.
Llegaste a Mar de Ajó, se bajaron todos del auto y para cancherear, pelás las llaves del depto diciendo que hace tiempo que no venís, que lo tenés olvidado, que tu hermano te cagó el de Pinamar.., un paquete de chamuyos.
En la puerta del edificio hay un par de flacos con mucha más onda que vos y con mucha más facha. Te diste cuenta de que estaban mirando a esas tres minitas que levantaste y te apurás por entrar, pero al toque, uno de ellos se arrima y con una sonrisa perfecta y ojos de cielo, les dice "Bienvenidos, que copado que viene gente nueva", siempre mirando a las minitas. Las chicas, que sólo quieren divertirse, le sonríen y le preguntan si hay algún bar copado para salir por esa zona. El flaco responde que él tiene un bar en la esquina con onda surf, que están invitadas a ir cuando quieran. Te querés meter al mar como Alfonsina y que te morfen 5000 caballitos de mar.
Apenas entran al depto, te das cuenta de que las minas hablan por lo bajo de los ojos del flaco buena onda, tus amigos no son tan boludos como vos, ya saben que está todo perdido, pero vos en un ataque de desesperación tirás "¿Y si hacemos un fogón esta noche?" Una mina te responde que no da, que tienen ganas de ir al bar de su nuevo amigo. Te comés los mocos y decís que te parece bien, que el fogón lo pueden hacer otro día.
Llega la noche, las chicas ya están listas y ustedes tres no se bañaron todavía. Ellas se impacientan y les dicen que van a pasear un rato hasta que ellos estén listos. Se cierra la puerta del depto, a los treinta segundos uno de tus amigos que estaba espiando por el balcón te dice que las minas se fueron corriendo al bar de la esquina. Tu corazón está despedazado, te das cuenta que te vas a tener que meter en el culo todos los preservativos que compraste. Una hora después, los tres están listos para salir, perfumados, empilchados.
Entran al bar deseando que explote para no tener que ver lo que suponen que está pasando. Le están pegando una chamuyada de lujo a las minas, los flacos tienen onda, músculos, tablas de surf, plata, un depto que está diez veces mejor que la roña que alquilaste. Uno de tus amigos te propone escapar con la poca dignidad que les queda, lo pensás tres segundos y le das la razón.
Terminaste en la playa contando anécdotas de tus viejos romances y diciendo que las minas son todas putas. Tus dos compañeros de derrotas y vos volvieron al depto, tienen sueño, pero vos te quedaste esperando que volvieran las chicas, para no dejarlas afuera.
A las 9 de la mañana tenés más ojeras que Graciela Dufau y llegan las chicas, re contentas.
Les preguntás si la pasaron bien y te responden con una carcajada. Notás algo extraño, están juntando sus pertenencias, no querés ni pensar lo que se viene cuando una de ellas te dice que no lo tomes a mal, pero siempre quisieron aprender a surfear y creen que éste es el momento, aparte les ofrecieron alojamiento, re copados los chicos.
Con el último vestigio de dignidad les decís que no hay problema, que cualquier cosa saben donde encontrarte. Ellas te dicen que si, que se mantienen en contacto.
Se fueron las minas, uno de tus amigos se levanta y te ve sentado como El Padrino, con cara de Neustadt después de que se cruzó con la barra brava de All Boys. Tu amigo no necesita que le digas nada, ya lo suponía, se sienta al lado tuyo, pone una mano en el hombro y te dice que hagas de cuenta que fue un mal sueño, les quedan un par de días y tienen que disfrutarlos, las minas van y vienen, los amigos siempre vamos a estar.
Dos días después, recordaban con humor los hechos desafortunados de aquella noche, tomaban sol en la arena, mientras las olas les mojaban los pies. No faltaba el matecito y una guitarra que llevó el colorado.
De repente, se acercan tres chicas y les preguntan si pueden tomar mate con ustedes, que se olvidaron su equipo de mate y les encantan las canciones que está tocando el Colo. Les dicen que están cansadas de esos caretas que andan con las tablas de surf de aquí para allá y con un par de minas que son re trolas.
El alma te empieza a volver al cuerpo, les contás que están parando en un depto que tenías medio olvidado, ya que tu hermano te cagó el de Pinamar...